viernes, enero 05, 2007

FILISIDADEH, MAMA!

Sábado. Mediodía. Dijiembre. Las naranjas, gordicas yan el árbol, ahí me disin der zoh. Me cojo cuatro, las primericas destaño. Las exprimo. Me llenan los adentros, me escuece to la boca, delicioso el zumo, jehn. Y mestiro, me cambio, me pillo la sariana y el pendraiver destos, me olvido las llaves, recojo el cactus que voy a regalarle y tiro pa lo de mi mae, que cumple otoños hoy; me da que igual ya son 60 y to. Llego, abro. La pillo recogiendo una colada y le doy como un sustillo. Mete un repullo y se gira.

-¡Qué susto, ninia! Fuh!!
-Filisidadeh, mama.

Me sonrío. Y ella. Besicos.

-Toma.
-Oihn.

Lencantal castus. Craro que yo iba a tiro fijo porque lencantan los castus y demás suculentas, que menúa collection tié'ner patinillo dabajo.


-Mencanta, niña. Destos no tengo.otavía.
-Ya lo sén, mama. Por eso.
-Cuchi que bonico, como piedra. Y el estos arroalao yasín como moraíllo.
-Jehn. Te gusta, ¿no?
-Muncho, mucho.


Y yo tan contentica, y ella vuelve a lo suyo.


-Come rosco, niña, que hice ayer dos por la tarde pa que tu hermano se lleve y pa comer esta tarde a la merienda.
-No, mama. Gracias, ya como luego.
-Toma, come.
-Que non. Luego. Aluego lalmuerzo.
-Güeno, pos yastá. Come lo que quieras.
-Luego, mama. Que zín.


Er zoh ahí sigue dándonos, en esta cocina de guisar y comer cuatro, colándose por entre los visillos de croché blanco hueso de estas ventanas al sur cuajadas de verdes pinchúos y pétalos carnosos. Abre la ventana de al lado de la hornilla y lo pone el cactus en el alfeizar, con más. Aquín va a ser tu sitio, le dice. Y antes de girarse y cerrar lo remira y lo recoloca un poco por no sé qué razón secreta de las que tié jiempre con las plantas. Vuelve a sonreirme pero como sonriéndose para ella sola, sacándose un algo de alegría que igual se hubiera sacado pa ella sola de vuelta de la ventana aunque no hubiese habido naiden y se vuelve pal lavaderillo, con esa presurosidad elegante de las madres en sus cosas cuando no andan desquiciadas. En estas le digo que si quiere venisse a dasse una vuertica por el monte. Me disce que non, que tiene que preparar la comía, que hoy viene tol cópon a la casa. Yes verdad.


-Pos me quedo y tayúo, mama.
-Non, niña. Vetiar monti tú que pués.
-Que da iguar, mama. Si era por sacarte a tí.
-Que non, veti. Camín ya me da'r sol que nesesito tan aquín en mi cocina tranquilica.
-Que no mimporta.
-Que non, niña. Vete. Ya. Que yo guiso mejor sola.


Y qué le vas a dizir a una mae quando se pone azín. Pos na. A hacele caso, besico y adiós.


-Pos bueno, yastá. Felicidades otra vez, mamá. Questás to guapa.
-Grasias, jihn, gracias. Anda, anda. Veti, ya.ayhn!! Pos no que casi menzorvía.
-¿Er qué?
-Na: La Jo: Que la llamaras si te vía te dijera.
-Ah, fale.
-Pos yastá. Vete ya.
-Venga, mama.
-Hasta luego, primor. Y ten cuidaíco.
-Zín.


Y escaleras abajo hasta el p0rtal, cuesta arriba por la calle hasta detrás de las escuelas yendespués por el barranco en to la puta gloria senda arriba ya mientras pasan dos lavateras prejiocísimas, ahí con su cola tan simpáticas que son siempre, y me digo pal'adentro que yo quiero estar asín, como mi mae, cuando me llegue, como las lavateras cascadeñas de los Cahorros. Er zoh sigue pegando bendito esta mañana de diciembre y tengo tres horas por delante para ver pájaros chicos y bailar un rato en botas por las piedras del barranco hasta el Cortijo Balzaín. Ya luego llamaré a la Jo.

9 comentarios:

aGEnBiTe oF iNWiT dijo...

Po llámeme uhté a mín tamién endispuê, luizica, pa lo del monte, pa lo del seso o pa lo de la yerba vertical zuya eza: pa lo que quiera.

Ah, miraquetediga: si lo que ê ê pa lo del seso bájesen uhté lâ notâ quellâ que mi dijo der testo que daremos a la máquina prensa universitaria pronto ya, muy pronto. Arfavó, tamo? :-)

la luisa dijo...

esos tacho, tún. pero la settimana prossima. ti chiamo mondaymenti from concejo's culture, ques free. besos.

Anónimo dijo...

Ohhh! Qué bello! Mira,Luisa,yo destacaría de este relato el tratamiento del tiempo y de la acción. Mira,killa, a mi me parece que tanto el ritmo lento y pausado como el desarrollo de la acción superan una de las características más significativas de la sociedad moderna que se refleja constantemente en la literatura, en el cine, en la música y en casi todas las artes;estoy hablando de la obsesión por la velocidad y por el activismo compulsivo. Una obsesión que deshumaniza la Vida en tanto que no nos permite tener tiempo para vivirla plenamente sino que por el contrario nos envuelve en el ritmo de una brutal aceleración que parece circular a la velocidad del dinero. Por eso, lo que me resulta más original de este relato consiste en que ni la acción ni el tiempo apuntan a ninguna resolución concreta sino que se detienen en sí mismos con el único fin de ofrecernos momentos dignos de ser vividos.
Pocos autores que se proclaman a sí mismos como subversivos rompen de manera tan radical con la lógica del sistema vigente.

la luisa dijo...

munchíhimah gracias, ss. y emocionada. suscribo plenamente el planteamiento que haces sobre cómo nos pillan con el doblez de la velocidad y la compusión incluso en el activismo y demás historias supuestamente contraculturales que se quedan, munchas veces, en agua de borrajas o en pollas en vinagre de no pararse a respirar de a poquito o a notar cómo el sol calienta y darle, en voz alta, sin vergüenza por parecer que se le esté hablando a una piedra, por ejemplo, o al sol, que te dizía, las gracias. Gracias, Lorenzo. Gracias, ss, monstra tú. Vaya para donde sea que se encuentre vuesa merced reverencia y salud. l.

Anónimo dijo...

Sí, Luisa.Mira, Jorge Riechmann en un ensayo delicioso que se titula Tiempo para la Vida plantea cómo la relación del ser humano con el tiempo constituye uno de los cambios más significativos de las sociedades capitalistas. Así, la concepción del tiempo se ha ido vinculando única y exclusivamente a la productividad derivando en el máximo eslogan neoliberal del "El tiempo es oro". En este sentido, el autor propone una fórmula de resistencia que consiste en una vuelta a lo que él denomina actividades autotélicas, que son aquellas que no tienen una finalidad instrumental sino que encierran un valor en sí mismas, como por ejemplo; el goce amoroso, la experiencia poética, la contemplación de la naturaleza etc pues, en última instancia, son estas relaciones las que nos permiten humanizar la Historia aunque sea a largo plazo. En definitiva, Luisa, podríamos relacionar esta idea con un precioso fragmento de la biografía de Rahel Levis escrita por Hannah Arendt que dice así:
-¿Qué estoy haciendo?
- Nada. Estoy permitiendo que la Vida llueva sobre mí.

la luisa dijo...

Gracias, una vez más, y plenamente, ss, por tus sabrosas y provechosas glosas y ese estar ahí de ratos. Me apunto lo de Riechmann y me piro a que la vida llueva sobre mí en el rato de bici que me queda hasta Granada, que tengo que arreglar papeles allín esta mañana y aluego a la tarde cita con el inwit y toeso con la bici, las sensaciones de la bici, sus ritmos, su todo ciclístico es otro de esos momentos que paro las bullas del mundo y de mi mundo a diario. Cuánto sabe usted. Gracias de nuevo. Y brazos, besos, salud, poesía y monte. L.

Anónimo dijo...

Uff!Qué va!Sé mu pokito, jajaja!!!Qué disfrutes de tu paseo, a mí también me gusta montar en bici, me produce sensaciones muy sutiles, jejejeje! Venga, besitos y hasta otra.

Bahú bamba Lelë dijo...

Pa mi funciona mucho lo der zoh, es como un respiro despuéh de tanto ajetreo!
En cualquier caso siempre es una gozada leerle.

la luisa dijo...

munchas mersis, bahú. ya nos vemos por el barrio y elaín con los mozuelos sónicos de la súa. cuídese.