miércoles, octubre 22, 2008

EL SALUDO

Por mi fe, muchas veces me pregunto
qué hacíamos tú y yo antes de querernos.
¿Como niños aún no destetados
seguíamos chupando domésticos placeres?
¿Roncábamos tal vez en la caverna
de los Siete Durmientes? Así era.
Aquel u otro placer sólo fue sueño,
y si yo alguna vez vi una belleza
que deseé y obtuve, no era nada
sino un sueño de ti.

Y ahora, ¡buenos días!
al doble despertar de nuestras almas,
que de nervios no aciertan a mirarse.
Porque el amor gobierna
todo el amor oculto de las cosas,
y hace de un todas partes, poco espacio.
Bien está que se fueran a buscar nuevos mundos
tantos descubridores, y que muestren los mapas
un mundo y otro mundo,
y el que somos cada uno de nosotros.

En tus ojos mi rostro,
en los míos el tuyo se retrata,
y los rostros reflejan
dos corazones sanos y leales.
¿En dónde encontraríamos mejores hemisferios,
sin crudo norte ni poniente en mengua?
Sólo mueren las mezclas desiguales:
si nuestros dos amores son uno, o tan idénticos
que ni el tuyo ni el mío cede al otro,
ninguno de los dos puede morir.

John Donne (1572-1631)
Traducción de Blanca y Maurice Molho con retoques catetos.

ENVÍAME UNA HOJA

Envíame una hoja, pero de algún arbusto
que crezca, de tu casa,
a una buena media hora por lo menos, porque así
tendrás que caminar y te pondrás
fuerte

y yo agradeceré la linda hoja.


Bertolt Brecht (Augsburgo, 1898-Berlín, 1956)

viernes, octubre 10, 2008

LOS NIÑOS SE HACEN GRANDES



Abominable inferior, tú.


Todavía me acuerdo de un sábado de hace sus años ya ahí en el Tajo del Palo con los Corpas Bros. recién salidos del rocódromo y sin ni siquiera saberse hacer una reunión. Estaban en el Indio Gorrón y fuimos nusaltres, el Ton y yo menrrecuerdo, quienes les explicamos cómo se montaba una reunión, cómo se triangulaba y cómo no había que pelearse con el compañero de cordada, aunque fuera tu hermano. Después ya lo aprendieron y aprendieron que la resina era sólo la cosa del jugar cuando eres chico y el entrenar cuando eres grande y no puedes entrenar al aire libre con luz natural porque echas más horas que un tonto en los sitios del hacer algo de dinero y sólo te queda la luz artificial y las estructuras marcianas para lo de echar aunque sea un rato por la noche con los amigos y el movimiento, en amistad y sonrisa y con el super sexy swinging sounds bombeando su top ten del corazón pal cuerpo todo y pa la concurrensia.

No sé si mesplico, jiertamente. La cosa es que el tiempo pasa y si veinte años no es nada, que no sé yo, pues vete tú a saber en cuánto queda un lustro o poco más de conocencia cuando. Porque de aquellos dos niñacos (y uno de ellos ni niñaco entonces, que sería todavía calificable por entonces de mocoso así sin más) hemos pasado a dos tiarrones de los que da alegría haber conocido de chicos y ahora poder diszir que son amigos. El Carlitos ahí está dándole al cajón flamenco y retomando el apriete, que viene de hacer segundo sub20 en la reciente prueba de la copa najional celebrada en Sevilla, y estudiando el tío y todo palante palante después del hostión de a pique de matarse en el Chorro. Del Álex, que es el por qué de estar hablando de ambos, pues eso: Que ya nos cogió la ventaja güena hace un par de años ahí pegaíco a rueda del Pedro y de Rubén, enquistao'n las Alcandoras y paquín pallán por toda España, media Europa y cuarto y mitad de mundo y que ahí lo tenemos con los mocitos alpinistas del estado este español, uno del sur, el Álex, sí.

Pero la cosa por la que estoy aquí soltando el rollo es por lo de que, quién me lo iba a diszir a mí, que el niñaco este iba a, en na de años, compartir apertura, y en Gredos, con el Christian Ravier, grandmasterflash donde los haya. Ese suceso fantástico (este de Los prismaticos de Gavin, porque ha habido algún otro, la verdad) ha sido el bombazo del verano. Los que no saben quién es el señor Ravier, no entienden, claro. Pero, ofú, el Álex, nen.

Y yastá. Ahí llevas, Álex, guapetón, dos brazos grandes y un pellizco y reverencia. Y el croquis ahí se queda pa que la pípol toda pueda repetir y confirmar el "abominable inferior" de la propuesta. Cuídate y llévanos siempre por la entretela del adentro, tú. Aunque sea en el Japón y allí ni escales.

Cúchilo'l tío, en aphotico de hace un par de años en Galayos.

martes, octubre 07, 2008

otra coplilla



tizne y sol el horizonte y
qué bonicas entre matas
cuando ponen los del monte
las bandericas piratas

ALBARRACINEANDO


Tres artistillas sureños apretándole al rodeno güeno.
APHOTICOS der Deivi.