miércoles, julio 14, 2010

39.


El bloque es, sin duda alguna, la distracción más agradable de esos días benditos en los que no hay que trabajar, pero muchas personas, ya lo sabemos, se obstinan en perder su tiempo libre con la búsqueda de la dificultad pura. Su práctica, además, debería estar encaminada a la realización de ejercicios de seguridad y estilo orientados a futuras escaladas. Cuando puedes escalar un bloque fácil con las manos o equilibrarte de pies en una placa de tal manera que apenas aprietes con los dedos y un colega pueda colocar su mano debajo de la tuya o cuando has descubierto cómo resolver la escalada de una repisa empujando y girando el brazo que te hace de palanca, digamos que te estás haciendo una idea de lo que puedes esperar de ti en el futuro. Pelear, a fuerza de músculo y hasta el agotamiento, contra una dificultad superior a la que vayas a intentar más adelante en vías expuestas de escalada real no prueba nada, no es sano y sólo sirve para reducir considerablemente el goce pleno de los días libres.

Traducción bastante libre y limitada de algunas de las reflexiones sobre la práctica del búlder en la época victoriana recogidas en Mountain Craft (1949), de Geoffrey Winthrop Young (1876-1958).
Mucho más, pero en inglés, AQUÍ.

2 comentarios:

aGEnBiTe oF iNWiT dijo...

Qué bien lo pasemo, niño...

la luisa dijo...

qué bien, qué bien. a ver cuándo pué volvesse. llama quando le andes por aquí, malandrín.