jueves, mayo 31, 2007

23.

DEL MODO COMO LAS BRUJAS SE TRANSPORTAN DE UN LADO A OTRO


Ahora debemos abordar sus ceremonias y sus costumbres de proceder en sus obras: en principio lo que hacen respecto de sí mismas y sus propias personas. El transporte de un lugar a otro se encuentra entre sus principales acciones, como el hecho de entregarse a torpezas carnales con los demonios íncubos; trataremos de cada una de ellas comenzando por el transporte corporal.

Conviene notar aquí que este transporte supone una dificultad (como ya se ha dicho a menudo) a causa de un único texto el canon Episcopi, en el que se dice: no puede admitirse que algunas mujeres infames, pervertidas por Satán y seducidas por las ilusiones y los fantasmas del diablo crean y digan que van por la noche con Diana (diosa de los paganos) o Herodíade y una multitud enorme de mujeres, cabalgando sobre ciertas bestias, recorriendo largos espacios en el silencio de la noche y obedeciendo a esta diosa como a su dueña... También, los sacerdotes de Dios deben predicar al pueblo para que sepa que todo esto es completamente falso y que semejantes fantasmas en los espíritus de los fieles provienen, no del espíritu de Dios, sino del mal espíritu; supuesto que Satán mismo adopta diversas imágenes y semejanzas, y, engañando por medio de sueños el alma que tiene cautiva, la conduce hacia todas las desviaciones (1). Aquí se predica públicamente, a partir de algunos ejemplos conocidos, como el de San Germán y el de otro que observó a su hija a este respecto, que todas estas cosas resultan completamente imposibles. Y se aplica de forma indistinta todo ello tanto a las brujas como a sus obras. Como si sus actos que se refieren a los hombres, a los animales, a los frutos de la tierra, no les debieren ser atribuidos: siendo sus transportes puramente fantasmagóricos, igualmente sus obras serían ilusiones que ellas se fraguasen queriendo causar males. En la primera cuestión de la primera parte se ha refutado esta opinión considerándola como herética: va en contra de la permisión divina respecto del poder del diablo que puede extenderse a un mayor número de cosas en este género. Va también contra el espíritu de la Sagrada Escritura; causa un daño intolerable a la Santa Iglesia en la que desde hace muchos años las brujas han estado tranquilas a causa de esta opinión pestilente que amputa al brazo secular el poder de castigarlas. De aquí que hayan crecido tan desmesuradamente que resulte ya imposible el aniquilarlas. Por ello el lector diligente considerará cuanto hasta aquí ha sido expuesto para la destrucción de esta opinión; y, sobre la cuestión actual, notará lo que hace a estos transportes, de qué manera son posibles y las respuestas a los ejemplos que hemos puesto antes.

Se demuestra de diversas maneras el que las brujas puedan ser transportadas corporalmente. Primero a partir de las otras operaciones de los magos. Si ellas no pudiesen ser transferidas ello se debería a que Dios no lo permite, o a que el Diablo no puede hacerlo, so pretexto de que esto repugnaría a la criatura. Pero esto no se debe a la primera razón (la permisión de Dios) cuando se pueden hacer cosas resulta lógico el que también puedan hacerse las pequeñas. Pero a menudo se realizan tales cosas sobre niños y sobre hombres, como se ven con respecto de los justos y demás hombres constituidos en gracia. A quien pregunte si son posibles las sustituciones de niños efectuadas por obra del diablo y si el mismo puede transferir, contra su voluntad, a un hombre de un lugar a otro, se responde: la primera cuestión, sí. Efectivamente, Guillermo de París, en la última parte de su Tratado del Universo, dice: Las sustituciones de niños pueden hacerse en la medida en que permitiéndolo Dios, el demonio puede, u ocupar el lugar del niño, o realizar el traslado. A estos niños miserables y gimientes; cuatro o cinco mujeres no serían capaces de amamantarlos, nunca alcanzan su desarrollo incluso cuando alcanzan un peso desmesurado. Pero esto no conviene afirmarlo ni negarlo ante las mujeres dado el enorme pánico que tienen de concebir seres semejantes. Conviene enseñarles que deben consultar a los clérigos (2). Dios lo permite a causa de los pecados de los padres, cuando los hombres maldicen a sus mujeres encintas: quisiera que el diablo te llevase o cosas parecidas. Las mujeres enfadadas se expresan también de la misma manera. Segundo, en cuanto a lo que puede ocurrir a los hombres, a veces incluso a los justos, también encontramos numerosos ejemplos: Vicente de Beauvais (3), en su Espejo Histórico, citando a Pedro Damián, relata la historia de un niño de cinco años, hijo de un hombre perteneciente a la alta nobleza; este niño era monje en aquel momento. Una noche fue transportado desde el monasterio hasta el molino que se encontraba cerrado, donde fue hallado por la mañana. Interrogado, contestó que había sido llevado por dos hombres para un enorme banquete y que había sido instado a comer. Tras de ello le habían arrojado al molino por la trampa de arriba.

Y puesto que se habla de los magos que en nuestro lenguaje usual llamamos nigromantes, que son transportados a menudo por los aires por los demonios, con frecuencia hacia tierras lejanas, conviene que se trate algo acerca de ellos. A veces persuaden incluso a los otros para que vayan con ellos sobre un caballo, que en realidad no es un caballo sino el mismo demonio bajo esta forma. Se dice que advierten entonces a sus compañeros para que no hagan el signo de la cruz.

Aunque somos dos los que redactamos este tratado, sólo uno de nosotros ha encontrado y visto hombres semejantes: por ejemplo uno que era antes maestro de escuela y ahora sacerdote en la diócesis de Freysing, tenía la costumbre de contar que una vez había sido levantado a los aires por el diablo y conducido a lugares apartados. Igualmente también otro, sacerdote en Oberdorf, una fortaleza, próxima a Landshut, que era en aquel tiempo amigo de uno de nosotros vio con sus propios ojos semejante transporte. Contaba de qué manera el hombre era transportado con los brazos extendidos, y cómo gritaba aunque sin lamentarse. La causa de ello era la siguiente: un día, numerosos estudiantes se habían reunido para beber cerveza y todos se pusieron de acuerdo para que aquel que sirviera la cerveza no pagase. Pero uno de los compañeros yendo a buscar la cerveza, cuando abrió la puerta, vio una espesa nube situada delante de la entrada. Aterrorizado volvió, y manifestando la razón, hizo comprender a los otros que no quería traer la bebida. Entonces otro gritó con fuerza: yo traeré de beber aunque el diablo mismo esté ahí. Salió, pero ante la vista de todos fue transportado por los aires. Indudablemente conviene admitir también que estas cosas ocurren no sólo a los que velan, sino también a los que duermen: en medio de sus sueños se ven transportados por los aires local y corporalmente. La cosa está clara también para el caso de algunos que mientras duermen caminan sobre las tejas de las casas y de otros enormes edificios. Nadie puede oponerse a su camino ni arriba ni abajo; pero si los espectadores les llaman por sus nombres, inmediatamente caen al suelo como fulminados. Algunos piensan, y no sin razón, que ello se debe a la acción de los demonios. Los demonios son de diferentes especies; algunos, que proceden del coro inferior de los ángeles, además de la pena de daño de la que sufren eternamente, sufren también pequeñas penas como por pequeñas faltas. Estos no pueden herir a nadie, al menos gravemente, pero pueden gastar bromas. Los otros, que son íncubos y súcubos, castigan a los hombres durante la noche manchándolos con el pecado de la lujuria. No resulta sorprendente que se entreguen a los susodichos excesos. La verdad puede obtenerse de las palabras de Casiano, en sus Colaciones, allí donde dice que no se puede poner en duda que hay tantos malos espíritus cuantos malos deseos se dan en el hombre. Efectivamente un gran número de aquellos que son llamados faunos, a los que nosotros llamamos Grollen o Schreteln, numerosos en el reino de Noruega, resulta manifiesto que se trata de estos seductores y bromistas de tal género. Estos habitan ciertos lugares y ocupan ciertos pasos. No pueden hacer mal a los que pasan con torturas, se contentan con la mofa y el engaño, buscan más molestar que hacer daño. Algunos visitan únicamente a los hombres durante la noche por medio de pesadillas. Otros resultan tan furiosos y tan brutales que no se contentan con atormentar durante un largo espacio de tiempo los cuerpos de aquellos a quienes poseen; se precipitan desde los altos sobre los que pasan e intentan golpearlos con golpes salvajes. Casiano quiere decir que no sólo poseen a los hombres sino que les atormentan horriblemente como aquellos que describe el evangelio de Mateo (4). De aquí que nosotros podamos concluir en principio que no conviene decir que las brujas no tienen traslados locales porque Dios no lo permite. Si los permite para los justos y los inocentes e incluso para los magos, ¿cómo no va a hacerlo con aquellas que se encuentran entregadas al diablo por completo? Y para hablar según el temor de Dios: ¿No vemos cómo el diablo arrebató a nuestro Salvador, conduciéndolo de acá para allá como atestigua el Evangelio? (5)

Nuestros adeversarios tampoco pueden apoyarse sobre el segundo argumento: que el demonio no podría hacer esto. Efectivamente, se ha visto más arriba, existe en él una fuerza de la naturaleza que supera a toda potencia del cuerpo, de tal modo que no puede ser comparada con fuerza terrestre alguna, según la palabra: no existe potencia incluso entre los buenos ángeles en el cielo. La naturaleza no se ha visto disminuída por la caída, y únicamente se han perdido los dones gratuitos. Por ello permanecen siempre en él aunque se hayan visto oscurecidas o encadenadas. De aquí el sentir de la Glosa acerca del texto de más arriba: "Incluso si supera todo se encuentra sometido al mérito de los santos"(6).

De nada sirve tampoco objetar dos cosas: primero que el alma podría resistir y que el texto parece referirse a un diablo en particular, es decir, a Lucifer, puesto que está redactado en singular. Este fue quien tentó a Jesús en el desierto y sedujo al primer hombre; ahora se encuentra encadenado. Los otros ángeles tampoco gozan de una fuerza semejante, puesto que él les supera a todos. De aquí que los otros no sean capaces de transportar por los aires a hombres buenos o malos de un lugar a otro. Pero estas instancias no valen: hablamos en principio de los ángeles. El más pequeño de los ángeles supera incomparablemente a toda potencia humana. Y ello se prueba por muchas maneras: primero por la potencia espiritual, luego también porque la potencia del ángel o incluso la del alma es más fuerte que la potencia corporal. Segundo, en cuanto al alma: toda forma corporal se encuentra individualizada por la materia y determinada en el tiempo y en el espacio en tanto que existe como nuestra alma; las formas inmateriales, por el contrario, son las inteligencias absolutas, y, en consecuencia, tienen una potencia absoluta y universal. Esta es la razón por la que el alma unida al cuerpo no puede transportarlo súbitamente de un lugar a otro ni elevarlo en el aire. Podría hacerlo si subsistiese separada y si Dios lo permitiera; pero todo ello resulta posible con mayor razón al espíritu total y completamente inmaterial, como es el ángel bueno o malo. Así un ángel bueno transportó en un instante a Habacuc de Judea a Caldea. He aquí la razón por la que se concluye que aquellos que durante la noche, en medio del sueño, son llevados sobre edificios elevados, no lo son por sus propias almas; los son por influjo de los cuerpos celestes o por otra causa más alta (7). Tercero, se encuentra como algo propio de la naturaleza eel cuerpo el que este sea movido inmediatamente por el espíritu en el espacio; primeramente porque el movimiento local es el primero de los movimientos y además porque es el más perfecto de los movimientos corporales. El Filósofo prueba, en efecto, que el movimiento corporal local no procede intrínsecamente del poder de un cuerpo como tal, sino que procede de una fuerza exterior únicamente. Así se puede concluir no tanto a partir de los santos doctores como de los filósofos, que los cuerpos más elevados, se encuentran movidos por esencias espirituales y por inteligencias separadas que son buenas por naturaleza y por intención. Vemos igualmente que el alma es la causa primera y principal del movimiento local para el cuerpo (8). Luego se debe decir que ni en tanto que cuerpo, ni en razón de su alma, el cuerpo humano puede obstaculizar el ser súbitamente transportado, permitiéndolo Dios, desde un lugar a otro por una sustancia espiritual: buena de voluntad y naturaleza cuando se trata de transportes de los buenos establecidos en la gracia; buena de naturaleza, pero no de voluntad, cuando se trata del transporte de los malos. Si alguno quiere ver a Santo Tomás que recorra varios textos (9).

En cuanto al modo del transporte, resulta ser este: como se ha visto más arriba, las brujas, por instrucción del diablo, fabrican un ungüento con el cuerpo de los niños, sobre todo de aquellos a los que ellas dan muerte antes del bautismo; ungen con este ungüento una silla o un trozo de madera. Tan pronto como lo hacen se elevan por los aires, tanto de noche como de día, visible o invisiblemente, según su voluntad, porque el diablo puede ocultar un cuerpo interponiendo otro objeto, como se ha dicho más arriba en la primera parte tratando de los prestigios y las ilusiones del diablo. En verdad, por medio de este ungüento, realizado con el fin de privar a los niños de la gracia y la salvación, el demonio actúa la mayor parte de las veces; empero parece que muchas veces ha realizado transportes semejantes sin su ayuda. A veces transporta a las brujas sobre animales que no son animales verdaderos, sino demonios que han adoptado su forma; o incluso ellas se transportan sin ninguna ayuda exterior, simplemente por el poder del diablo que actúa invisiblemente. Una historia de este transporte, visible de día: en la ciudad de Waldshut, sobre el Rhin, en la diócesis de Constanza, había una bruja tan detestada por las gentes del país, que no había sido invitada a la celebración de una boda. Como resultó que todo el mundo asistía a ella, indignada, consideró que debía vengarse. Hizo llamada al diablo, le manifestó la causa de su tristeza, y le pidió que suscitase una tempestad con el fin de dispersar a los que danzaban. El diablo consintió en ello, la levantó de la tierra y a través de los aires la llevó sobre una colina cerca del pueblo, ante los ojos de algunos pastores. Allí, como dijo después, no tenía agua para verterla en un agujero -ya se verá que este es el método que ellas usan para levantar tempestades-; entonces vertió orines en lugar de agua en el agujero que había cavado con sus manos; después la removió con el dedo en presencia del diablo, según su costumbre; inmediatamente, el demonio, lanzando este líquido al aire desencadenó una tempestad violenta de pedrisco que cayó únicamente sobre los danzantes y sobre aquella región. Dispersáronse todos y discutiendo entre ellos la causa de tal tempestad, vieron poco después al retornar a la ciudad a la bruja. Esto agravó sus sospechas, pero cuando los pastores contaron lo que habían visto, las sospechas se hicieron más violentas. Se detuvo a la bruja y ella confesó que había hecho todo esto por no haber sido invitada. Por este y otros numerosos maleficios que había cometido fue quemada.

Puesto que el rumor público de estos transportes se extiende sin cesar, incluso entre el pueblo, resulta innecesario añadir aquí más pruebas. Las expuestas hasta aquí serán suficientes, así lo esperamos, contra aquellos que niegan absolutamente los transportes de este género o que intentan afirmar que son únicamente de tipo imaginario o fantasmático. Realmente dejarles en su error no significaría nada; incluso no merecería la pena hacerle caso, si el error no llevase al desprecio de la fe. Pero, no contentos con su error, no temen extenderlo y aun divulgarlo para aumento de las brujas y detrimento de la fe. Aseguran que todos los maleficios verdaderos y reales que se les imputa a justo título como instrumento de los demonios, se les debe atribuir como a inocentes, a la manera de las imaginaciones y las ilusiones; e incluso esta especie de transporte fantástico. Por esta razón muchas brujas permanecen impunes con gran desprecio del creador y para su presente proliferación. Empero los argumentos alegados en el principio no resultan un gran apoyo: se alega en primer lugar el canon Episcopi en el que se afirma que estos transportes son fantasmáticos e imaginarios. Pero, ¿quién será tan loco que quiera concluir a partir de ello que no puede haber igualmente transportes corporales? Porque al final del Canon se dice: aquel que cree que el hombre puede ser cambiado en mejor o peor, transformado en otra especie, este ha de ser juzgado peor que un infiel o un pagano. Pero ¿quién va a concluir a partir de ello que los hombres no pueden ser transformados en bestias por una ilusión mágica o que no pueden pasar de la salud a la enfermedad, como de mejor a peor? No, cualquiera que de esta forma se mantuviese en la superficie de las palabras del Canon, tiene un espíritu contrario al de todos los santos doctores, e incluso también a la enseñanza misma de la Sagrada Escritura. La opinión contraria se encuentra suficientemente probada por todo lo dicho en diferentes lugares de la primera parte de este tratado. Conviene, por tanto, estar atentos al núcleo de las palabras del Canon: ya se ha dicho en la primera cuestión de la primera parte, respondiendo al segundo de estos tres errores; incluso cuando se ha hablado de las cuatro cosas que deben anunciar los predicadores al pueblo... Las brujas efectivamente son transportadas a la vez corporal y fantasmáticamente, como aparece claro a partir de sus propias confesiones: no tanto de las de aquellas que han sido quemadas como las de aquellas que han vuelto a la fe y la penintencia. Entre estas había una mujer, en la ciudad de Brisach: interrogada por nosotros, para saber si las brujas podían ser transportadas corporalmente o bien de una forma imaginativa y fantasmática, respondió que esto podía hacerse de dos maneras. Si en un caso no querían ser transportadas corporalmente, pero, no obstante querían saber todo cuanto había ocurrido en la asamblea de sus compañeras, empleaban el siguiente método: en el nombre de todos los demonios se acostaban para dormir sobre el lado izquierdo. Entonces salía de su boca un vapor glauco, a través del cual podían ver claramente cuanto ocurría. Por el contrario si ellas deseaban un transporte corporal, era necesario observar el método susodicho.

Después, para entender el canon en toda su desnudez, sin comentario alguno, ¿quién será tan tonto que continúe afirmando que todos los maleficios y crímenes son fantasmáticos e imaginarios, mientras que todo lo contrario aparece a los ojos de todos? Sobre todo porque hay varias especies de superstición -existen catorce-; entre las cuales la raza de las brujas constituye el grado supremo en cuanto a maleficios y crímenes, mientras que la especie de las pitonisas, cuyos transportes resultan ser puramente fantasmáticos, a la cual se las querría unir, ocupa el último lugar.

Finalmente, los adversarios no pueden apoyarse ni sobre los hechos de la leyenda de San Germán ni sobre otro alguno. Resultaba posible a los demonios acostarse ellos al lado de los maridos que dormían durante el tiempo pasado en hacer verificaciones a sus mujeres, exactamente como si hubieran dormido con sus esposas. No se afirma, empero que esto se haya hecho por reverencia hacia el Santo; pero se pone el caso para que no se piense que es imposible lo contrario de lo que hallamos en la leyenda (10). Y en este mismo sentido se responde a las demás objeciones: si tenemos que algunas brujas han sido efectivamente trasnportadas sólo en cuanto a la imaginación, se encuentra asimismo en los escritos de los doctores, que algunas lo han sido corporalmente. Quien quiera mirar en el libro de Tomás de Brabante sobre Las Abejas encontrará allí cosas sorprendentes sobre estos transportes de hombres tanto imaginarios, como corporales (11).


1. Graciano, Decreto II, 26, 5, 12.

2. Suma del Universo II, 3, 25.

3. Espejo mayor IV, 25, 63.

4. Mateo VIII, 28-34; Casiano, Colaciones VII, VIII.

5. Mateo IV, 1-11.

6. Job XLI, 24 de la Vulgata.

7. Daniel XIV, 32-38.

8. Física VIII, 4.

9. Comentario sobre las Sentencias II, 7, 3; Suma Teológica I, 110, 1-4; Cuestiones sobre el mal XVI, 10.

10. La leyenda era muy conocida en la Edad Media. Cfr. Nide, Formicarius II, 4, y Jacques de Voragine, Leyenda dorada, el 31 de julio.

11. Suma del bien universal. De las abejas.


Malleus maleficarum. El Martillo de las Brujas, Enrique Institoris & Jacobo Sprengen, Colonia, 1486; traducción de Miguel Jiménez Monteserín para MAXTOR, Valencia, 2004.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajaja! El ciego que hay que tener en lo alto pa creerse todas esas historias y lo más grande es que las creían y las siguen creyendo.

El otro día leí que Kant, en el siglo XVIII, decía que ya había llegado la época en que la sociedad se había emancipado de la influencia de la religión. Es curioso comprobar el enorme retroceso tres siglos más tarde cuando asistimos nuevamente a las guerras de religiones y a la persecución de teólogos críticos con los dogmas ortodoxos.Desde mi punto de vista,tendríamos que desvincularnos de la búsqueda de aprobación de la Santa Madre Iglesia para comprender de una vez el concepto de laicidad ,cuyos principios tal vez sean incluso más parecidos a los del cristianismo primitivo que los que propugna la Conferencia Episcopal.

En cuanto a las brujas, se me viene a la cabezaa idea de Esther Tusquets cuando habla de que, por supuesto, las mujeres que leen son peligrosas...

Anónimo dijo...

n

Anónimo dijo...

Todo el mundo sabe ya SS que existe autonomía de la esfera civil y política respecto de la esfera religiosa y eclesiástica. Lo que no acierta es que esto no debe ocurrir en la esfera moral, que es un valor adquirido y reconocido por la gente culta, y pertenece al patrimonio de civilización alcanzado (la Iglesia pinta aquí mucho)Cada persona tiene derecho a elegir su espiritualidad, yo en cambio he descubierto lo bueno de la laicidad desde una visión religiosa. Ya te conteste en mi blog generaciones tenemos que seguir por el mismo camino que nos han marcado todo estos teólogos, salir fuera (lo que quieren ellos) no haría nada y diluiría todo el mensaje crítico independienteme de lo que hagas tu en tu vida cotidiana. Tenemos que seguir y esforzarnos, y si el día de mañana tenemos que salirnos que no sea por nuestro propio pie. Ahora a las "brujas" y los "brujos" se las quema psicologicamente hasta que se consumen (como han hecho con José María Castillo) Bueno no sigo que tengo que irme a Murcia, Yacles, a hacer una sustitución de administrativo en la sanidad de allí(tengo que estar para el lunes para hacer un examen y volverme. La que me espera) Paco Pepe

Anónimo dijo...

en Lunes en Granada y volverme a Murcia

Anónimo dijo...

Como la Luisa ha dado entrada a un texto que habla sobre la concepción medieval de las brujas y guarda relación con el ámbito de la teología me parece adecuado, en este caso, comentar el tema.

Sí, Paco Pepe, entiendo tu postura. Es más me inspira ternura escucharte porque aunque ahora he evolucionado hacia otros derroteros, grandes amigos míos siguen en tu línea.Mira, planteas unas cuestiones muy muy interesantes (se nota de la fuente de la que bebes) así que comentaré cuatro puntos.

a)La relación entre espiritualidad y religiosidad.

b)La relación entre laicidad y espiritualidad.

c)La persecución a teólogos y la apostasía como postura crítica.

d) El estilo de vida.

(Sigo abajo)

Anónimo dijo...

a)La relación entre espiritualidad y religión:

Generalmente, se relaciona la espiritualidad con la religiosidad pero no siempre tiene que ser así. Por el contrario,el desarrollo de la espiritualidad puede encontrar su mayor obstáculo en los dogmas religiosos que llevan al fundamentalismo. Por eso, tal vez debiésemos gestionar por nosotros mismos nuestra propia espiritualidad para centrarnos en ese fondo común que subyace en todas las corrientes humanistas (sean religiosas o no)ya que, probablemente ahí, encontraremos un núcleo originario más genuino que el que nos marca el catecismo.

b)La relación entre espiritualidad y laicidad:

Al contrario de lo que pueda parecer, una conciencia laica no tiene porqué desvincularse ni de lo espiritual ni de lo religioso.De hecho, la propia Iglesia Católica reconoce esa figura e incluso en el Gaudium et Spes del Concilio vaticano II fue dotada de un protagonismo relevante que el Papado actual está limitando.

Anónimo dijo...

c) La persecución de teólogos y la apostasía como postura crítica:

En una sociedad democrática la Iglesia legitima su poder basándose en el número de fieles que están inscritos en su censo aunque entre esos fieles aparezcan ateos, lesbianas, gays, divorciados, testigos de Jehová... y teólogos de la liberación, todos ellos bautizados como Dios manda. Por eso, otra forma de luchar contra el dogmatismo es aislarlo, que sean menos numerosos y figuren sólo los que son. Si la gente se va y el censo se queda tan vacío como las iglesias pierden poder, de ahí que pongan tantos obstáculos a la apostasía.

d) El estilo de vida:

Este es sin duda el aspecto más importante. Más allá de la lucha de ideas que puede darse en un marco intelectual lo más importante es la historia que cada cual lleve día a día pues como dice Castillo "la orientación básica de la espiritualidad consiste en tomar en serio la vida de los seres humanos, su seguridad, su dignidad, sus derechos y su felicidad"

Paco Pepe te animo a que sigas teniendo como referente a ests grandes teólogos. Suerte en tu carrera y en tus exámenes.

Anónimo dijo...

Jajajajajajaja! luisa, quién te iba a decir que las conversaciones en tu blog iban a ser tan espirituales!!!jajaja.

En relación a los cambios de mentalidad,(parece que la caza de brujas sea superado)a veces me pregunto lo mucho que se quiere cambiar el mundo a través de la cultura en general, por ejemplo, a través de la poesía y lo poco que se organiza la peña para organizar cauces sociales alternativos. En mi opinión, hay dos temas sangrantes, la inmigración y la vivienda. la gente ( y más esta gente que dice ser tan rebelde) nos lo podríamos montar de forma organizada para dar respuesta alternativa a esos problemas, qué sé yo, se podría incluso acoger a inmigrantes en las casas...no sé... pero esos cambios me parecen más importantes que los meramente poéticos que en última instancia es como hablar del sexo de los ángeles...Bueno ya está... Besos miles.

Anónimo dijo...

Quería decir: "parece que la caza de brujas sea ALGO superado".

Anónimo dijo...

mucha gracias SS, lo intentaré (Paco Pepe) Bueno que hoy salgo a las tres, después del examen, para Jumillas a hacer otra sustitución. Adios

Anónimo dijo...

mucha gracias SS, lo intentaré (Paco Pepe) Bueno que hoy salgo a las tres, después del examen, para Jumillas a hacer otra prostitución. Adios

Anónimo dijo...

miércoles, junio 27, 2007
Sector PLACA DE OM, Cahorros, Monachil, Gr.
A>
Subirle tranquilamente a la Placa de Om por la senda de montesas que como bicha arriba va por el pie de vía de tol sektor del Faraón y toeso ahí de la Araña tan trempanos una tarde a la sombrica del verano y con la cantimplora llena del agüica la manguerae sigue siendo lo mejor si pacá vienes con la soga y to las cosas por el zen, ¿abeh? Y llegar yallín, la paz. To la Casilla y to las Eras ay patí, pa vel.lay bien, pa desteníamenti vel.lay bien. Craro que hasta laj’Om juele jubírjele pallín argo trepah, no panamás mirah to lo denfrenti dando sorbos ar delijius sed berreante té dun termo con más chichones quel cocol Gus. Medio lotament&caetera supra cutrin esterillo supra lastra dolomítica estirar mientras la tarde vaya ella ya llamando to las cosas por sus nombres luminosos y no cueste na d’esfuerço respirar ni echarsi un porro o pa la siesta echase, tú, que sestá al fresco y a gusto como paeso y más si subes, que ten lo digo ío, y en sobre to los meses caniculares esos que les disen, o algo así se dixit, sí.

B>
Iyallín si a lo sportif, pos ya después de calentar con la subida pa llegal.le, y calentar de estiramiento dendantes, durant et depuis, pos atase y probar una de las joyas de la escuela, la que da nombral sektor: 1) Placa de Om, 6b+, delicia plaquera muensugradu y con su to: su entradilla, sus reposos, su crux y su baile cimero. 2) O la Marabunta, seisbé, to guapa too y al loro con el salirle del primer anclaje hasta el ya y copón chapar segundo bolt si ahí le vamos un poco justas, ein? 3) O la, probarla también, probarla, que sí, probarla, coñe, la niñor curro [El niño del Curro, 6c]: qué bloqqazo, tú; eso no más pero, míralo, mira, salir daquín, daquín der suelo, mira, niño, wak; y luego arriba to guapa, como las otras, jehn. Actualmente, craro que dendace ya ju tiempo so still, con piraco piraco por rotura de anclaje en el típico sitio que no te caes, pero; si non torroh bailal.le, primo. 4) La No tan mangui, 7b, compae, comae, fok; esa tiés tú que probala si te gustan las plaqueras ahín con to su ambiente y con su bloque y su reposo pa por si no estás de conticafrenuidadensis mu pallá de prontos y eso: quel octavazo ya, daquín de Los Cahorros sietebé, craro; guapísima, de trance. Más. Y más. 5) Sabor salado, 7c, pa’l lolaileo; teknobía del copón por esquinazo der cáliz. Si los dedallín te fichan bailándole fino a la No tan mangui te van a insistir pa engañarte y que le metas a esta d’al lao; yazín que tú verás yahín si vas a convidar o no. 7) Cleptomanía, seiscé, cemás; prásticamenti.imprasticábile y comida por la yedra y el olvido, ya ni la gente de más dedallín entreviztada nuj recuerdan cómo es que era que iba el baile, ¿sí? 8) Ah, sí: Esa’s la Mosquer climb, 6c, pero esto ya está al otro lao de nuevo. Cucha: La Marabunta, ¿no? Pos a la derechahín, por toeso negro, parriba, ahí parriba. Presisa reequipasión de la erre, pues ya le toca dendace, que sólo tié su cable histórico con orines dóxido y peróxido xi-xi, y a ver si le vamos alguien. Quienes la hicieron ha, porque ya no la fasce ni perri dendá, recuerdan que era guapa, cahorrera, mu daquín. Tié musgo seco como pa aburrisse y quien le meta digo yo que limpiará si ya se cambia la reunión. 9) Y la Ninjaka, 7a+, konekktta to lo que puede de bloque y pimpampún ahí parriba, por la izquierda de la Om, y luego ahí va torciéndole, cruzándoje. Inhumana, son esos movimientos o casi esos movimientos —buf, perostis, tún, no pués tirale— y habrá que preguntar, para no abrir más el ala, por la coreografía; pero me da —las chapas, esos bloques tan así, yo creo— que es del Juanma esa vía.asín que preguntarle al Ángel o al Macaco.

C>
Pasan dos grajos por debajol 10) Techo del Andújar, A1/A2 (clavos), uno de esos artificiales de los que hay por tos laos que van teniendo pinta de no ser liberados nunca, yehcétera. Los grajos pasan, dos. ¿O eran chovas piquirrojas desas dos? En fin que, bueno, ya balatera abajo y con dos cintas colgás dendace ya de sendos intentos de bájame y vámonos demín, dos bordilleráncanos ahí de salirlal bloque come le puoi lui o lei o, total: Ahí van también la 11) Pontus, 6c y la 12) Sacamantecas, 7a; pa completar roal. Y a la revuelta la 13) Generación terrorista, 7b+, de la que dizía, preguntándolo, el Fausto, que si se le había caído un canto; porque le habían dicho que a lo mejor se le había caído un canto y que como fuera el canto que él creía que fuere o fuerse tal pos como que igual no sale sin ese canto Fausto dixit. Endespués de tostas yenbiendo las posibilidades de apertura y alargue de nuevas líneas como que pallín nuh juimos con el trompo y la ferralla. Yazín, desde la nuevecica R zincada y con mosquetón de la Om puede desde hace un año seguírsele parriba por la 14) Botrequeña (6c+/7a), nueva línea de deportiva equipada con parabolt del 12 por Antoñito Mountjoy el verano pasado o 15) por el antiguo artificial del 2º largo de la Placa de Om, reequipado igualmente con parabolt del 1o por la Luisa para con su baile flamenco poderle ir si le metes en libre [Omplus, 7a], claro que allí siguen los buriles por si quieres ahí chaparle más o más mejor o sin usar las expansiones no oxidadas y demás pluses de riesgo, tún, pazín poder discir en las cervezas luego que la fiziste como las de dantaño gentes y chuliártenos de se, sí, sí. Ambas comparten el bloquecillo de entrada que deja en el reposo sin manos que ya reparte y ahí quedan pa probalas. Y que menzorviaban los dos largos de cacharreo y susto si le vas ahí a irle en libre parribica del 16) Diedro del Cubalibre (L1: V+ y L2: sietá le dicen). & eso, que: ¡Enga, pípoles der wold, pa los Cahorros!
posted by la luisa at 3:51 PM 0 comments

jueves, mayo 31, 2007
23.
DEL MODO COMO LAS BRUJAS SE TRANSPORTAN DE UN LADO A OTRO




Ahora debemos abordar sus ceremonias y sus costumbres de proceder en sus obras: en principio lo que hacen respecto de sí mismas y sus propias personas. El transporte de un lugar a otro se encuentra entre sus principales acciones, como el hecho de entregarse a torpezas carnales con los demonios íncubos; trataremos de cada una de ellas comenzando por el transporte corporal.


Conviene notar aquí que este transporte supone una dificultad (como ya se ha dicho a menudo) a causa de un único texto el canon Episcopi, en el que se dice: no puede admitirse que algunas mujeres infames, pervertidas por Satán y seducidas por las ilusiones y los fantasmas del diablo crean y digan que van por la noche con Diana (diosa de los paganos) o Herodíade y una multitud enorme de mujeres, cabalgando sobre ciertas bestias, recorriendo largos espacios en el silencio de la noche y obedeciendo a esta diosa como a su dueña... También, los sacerdotes de Dios deben predicar al pueblo para que sepa que todo esto es completamente falso y que semejantes fantasmas en los espíritus de los fieles provienen, no del espíritu de Dios, sino del mal espíritu; supuesto que Satán mismo adopta diversas imágenes y semejanzas, y, engañando por medio de sueños el alma que tiene cautiva, la conduce hacia todas las desviaciones (1). Aquí se predica públicamente, a partir de algunos ejemplos conocidos, como el de San Germán y el de otro que observó a su hija a este respecto, que todas estas cosas resultan completamente imposibles. Y se aplica de forma indistinta todo ello tanto a las brujas como a sus obras. Como si sus actos que se refieren a los hombres, a los animales, a los frutos de la tierra, no les debieren ser atribuidos: siendo sus transportes puramente fantasmagóricos, igualmente sus obras serían ilusiones que ellas se fraguasen queriendo causar males. En la primera cuestión de la primera parte se ha refutado esta opinión considerándola como herética: va en contra de la permisión divina respecto del poder del diablo que puede extenderse a un mayor número de cosas en este género. Va también contra el espíritu de la Sagrada Escritura; causa un daño intolerable a la Santa Iglesia en la que desde hace muchos años las brujas han estado tranquilas a causa de esta opinión pestilente que amputa al brazo secular el poder de castigarlas. De aquí que hayan crecido tan desmesuradamente que resulte ya imposible el aniquilarlas. Por ello el lector diligente considerará cuanto hasta aquí ha sido expuesto para la destrucción de esta opinión; y, sobre la cuestión actual, notará lo que hace a estos transportes, de qué manera son posibles y las respuestas a los ejemplos que hemos puesto antes.


Se demuestra de diversas maneras el que las brujas puedan ser transportadas corporalmente. Primero a partir de las otras operaciones de los magos. Si ellas no pudiesen ser transferidas ello se debería a que Dios no lo permite, o a que el Diablo no puede hacerlo, so pretexto de que esto repugnaría a la criatura. Pero esto no se debe a la primera razón (la permisión de Dios) cuando se pueden hacer cosas resulta lógico el que también puedan hacerse las pequeñas. Pero a menudo se realizan tales cosas sobre niños y sobre hombres, como se ven con respecto de los justos y demás hombres constituidos en gracia. A quien pregunte si son posibles las sustituciones de niños efectuadas por obra del diablo y si el mismo puede transferir, contra su voluntad, a un hombre de un lugar a otro, se responde: la primera cuestión, sí. Efectivamente, Guillermo de París, en la última parte de su Tratado del Universo, dice: Las sustituciones de niños pueden hacerse en la medida en que permitiéndolo Dios, el demonio puede, u ocupar el lugar del niño, o realizar el traslado. A estos niños miserables y gimientes; cuatro o cinco mujeres no serían capaces de amamantarlos, nunca alcanzan su desarrollo incluso cuando alcanzan un peso desmesurado. Pero esto no conviene afirmarlo ni negarlo ante las mujeres dado el enorme pánico que tienen de concebir seres semejantes. Conviene enseñarles que deben consultar a los clérigos (2). Dios lo permite a causa de los pecados de los padres, cuando los hombres maldicen a sus mujeres encintas: quisiera que el diablo te llevase o cosas parecidas. Las mujeres enfadadas se expresan también de la misma manera. Segundo, en cuanto a lo que puede ocurrir a los hombres, a veces incluso a los justos, también encontramos numerosos ejemplos: Vicente de Beauvais (3), en su Espejo Histórico, citando a Pedro Damián, relata la historia de un niño de cinco años, hijo de un hombre perteneciente a la alta nobleza; este niño era monje en aquel momento. Una noche fue transportado desde el monasterio hasta el molino que se encontraba cerrado, donde fue hallado por la mañana. Interrogado, contestó que había sido llevado por dos hombres para un enorme banquete y que había sido instado a comer. Tras de ello le habían arrojado al molino por la trampa de arriba.


Y puesto que se habla de los magos que en nuestro lenguaje usual llamamos nigromantes, que son transportados a menudo por los aires por los demonios, con frecuencia hacia tierras lejanas, conviene que se trate algo acerca de ellos. A veces persuaden incluso a los otros para que vayan con ellos sobre un caballo, que en realidad no es un caballo sino el mismo demonio bajo esta forma. Se dice que advierten entonces a sus compañeros para que no hagan el signo de la cruz.


Aunque somos dos los que redactamos este tratado, sólo uno de nosotros ha encontrado y visto hombres semejantes: por ejemplo uno que era antes maestro de escuela y ahora sacerdote en la diócesis de Freysing, tenía la costumbre de contar que una vez había sido levantado a los aires por el diablo y conducido a lugares apartados. Igualmente también otro, sacerdote en Oberdorf, una fortaleza, próxima a Landshut, que era en aquel tiempo amigo de uno de nosotros vio con sus propios ojos semejante transporte. Contaba de qué manera el hombre era transportado con los brazos extendidos, y cómo gritaba aunque sin lamentarse. La causa de ello era la siguiente: un día, numerosos estudiantes se habían reunido para beber cerveza y todos se pusieron de acuerdo para que aquel que sirviera la cerveza no pagase. Pero uno de los compañeros yendo a buscar la cerveza, cuando abrió la puerta, vio una espesa nube situada delante de la entrada. Aterrorizado volvió, y manifestando la razón, hizo comprender a los otros que no quería traer la bebida. Entonces otro gritó con fuerza: yo traeré de beber aunque el diablo mismo esté ahí. Salió, pero ante la vista de todos fue transportado por los aires. Indudablemente conviene admitir también que estas cosas ocurren no sólo a los que velan, sino también a los que duermen: en medio de sus sueños se ven transportados por los aires local y corporalmente. La cosa está clara también para el caso de algunos que mientras duermen caminan sobre las tejas de las casas y de otros enormes edificios. Nadie puede oponerse a su camino ni arriba ni abajo; pero si los espectadores les llaman por sus nombres, inmediatamente caen al suelo como fulminados. Algunos piensan, y no sin razón, que ello se debe a la acción de los demonios. Los demonios son de diferentes especies; algunos, que proceden del coro inferior de los ángeles, además de la pena de daño de la que sufren eternamente, sufren también pequeñas penas como por pequeñas faltas. Estos no pueden herir a nadie, al menos gravemente, pero pueden gastar bromas. Los otros, que son íncubos y súcubos, castigan a los hombres durante la noche manchándolos con el pecado de la lujuria. No resulta sorprendente que se entreguen a los susodichos excesos. La verdad puede obtenerse de las palabras de Casiano, en sus Colaciones, allí donde dice que no se puede poner en duda que hay tantos malos espíritus cuantos malos deseos se dan en el hombre. Efectivamente un gran número de aquellos que son llamados faunos, a los que nosotros llamamos Grollen o Schreteln, numerosos en el reino de Noruega, resulta manifiesto que se trata de estos seductores y bromistas de tal género. Estos habitan ciertos lugares y ocupan ciertos pasos. No pueden hacer mal a los que pasan con torturas, se contentan con la mofa y el engaño, buscan más molestar que hacer daño. Algunos visitan únicamente a los hombres durante la noche por medio de pesadillas. Otros resultan tan furiosos y tan brutales que no se contentan con atormentar durante un largo espacio de tiempo los cuerpos de aquellos a quienes poseen; se precipitan desde los altos sobre los que pasan e intentan golpearlos con golpes salvajes. Casiano quiere decir que no sólo poseen a los hombres sino que les atormentan horriblemente como aquellos que describe el evangelio de Mateo (4). De aquí que nosotros podamos concluir en principio que no conviene decir que las brujas no tienen traslados locales porque Dios no lo permite. Si los permite para los justos y los inocentes e incluso para los magos, ¿cómo no va a hacerlo con aquellas que se encuentran entregadas al diablo por completo? Y para hablar según el temor de Dios: ¿No vemos cómo el diablo arrebató a nuestro Salvador, conduciéndolo de acá para allá como atestigua el Evangelio? (5)


Nuestros adeversarios tampoco pueden apoyarse sobre el segundo argumento: que el demonio no podría hacer esto. Efectivamente, se ha visto más arriba, existe en él una fuerza de la naturaleza que supera a toda potencia del cuerpo, de tal modo que no puede ser comparada con fuerza terrestre alguna, según la palabra: no existe potencia incluso entre los buenos ángeles en el cielo. La naturaleza no se ha visto disminuída por la caída, y únicamente se han perdido los dones gratuitos. Por ello permanecen siempre en él aunque se hayan visto oscurecidas o encadenadas. De aquí el sentir de la Glosa acerca del texto de más arriba: "Incluso si supera todo se encuentra sometido al mérito de los santos"(6).


De nada sirve tampoco objetar dos cosas: primero que el alma podría resistir y que el texto parece referirse a un diablo en particular, es decir, a Lucifer, puesto que está redactado en singular. Este fue quien tentó a Jesús en el desierto y sedujo al primer hombre; ahora se encuentra encadenado. Los otros ángeles tampoco gozan de una fuerza semejante, puesto que él les supera a todos. De aquí que los otros no sean capaces de transportar por los aires a hombres buenos o malos de un lugar a otro. Pero estas instancias no valen: hablamos en principio de los ángeles. El más pequeño de los ángeles supera incomparablemente a toda potencia humana. Y ello se prueba por muchas maneras: primero por la potencia espiritual, luego también porque la potencia del ángel o incluso la del alma es más fuerte que la potencia corporal. Segundo, en cuanto al alma: toda forma corporal se encuentra individualizada por la materia y determinada en el tiempo y en el espacio en tanto que existe como nuestra alma; las formas inmateriales, por el contrario, son las inteligencias absolutas, y, en consecuencia, tienen una potencia absoluta y universal. Esta es la razón por la que el alma unida al cuerpo no puede transportarlo súbitamente de un lugar a otro ni elevarlo en el aire. Podría hacerlo si subsistiese separada y si Dios lo permitiera; pero todo ello resulta posible con mayor razón al espíritu total y completamente inmaterial, como es el ángel bueno o malo. Así un ángel bueno transportó en un instante a Habacuc de Judea a Caldea. He aquí la razón por la que se concluye que aquellos que durante la noche, en medio del sueño, son llevados sobre edificios elevados, no lo son por sus propias almas; los son por influjo de los cuerpos celestes o por otra causa más alta (7). Tercero, se encuentra como algo propio de la naturaleza eel cuerpo el que este sea movido inmediatamente por el espíritu en el espacio; primeramente porque el movimiento local es el primero de los movimientos y además porque es el más perfecto de los movimientos corporales. El Filósofo prueba, en efecto, que el movimiento corporal local no procede intrínsecamente del poder de un cuerpo como tal, sino que procede de una fuerza exterior únicamente. Así se puede concluir no tanto a partir de los santos doctores como de los filósofos, que los cuerpos más elevados, se encuentran movidos por esencias espirituales y por inteligencias separadas que son buenas por naturaleza y por intención. Vemos igualmente que el alma es la causa primera y principal del movimiento local para el cuerpo (8). Luego se debe decir que ni en tanto que cuerpo, ni en razón de su alma, el cuerpo humano puede obstaculizar el ser súbitamente transportado, permitiéndolo Dios, desde un lugar a otro por una sustancia espiritual: buena de voluntad y naturaleza cuando se trata de transportes de los buenos establecidos en la gracia; buena de naturaleza, pero no de voluntad, cuando se trata del transporte de los malos. Si alguno quiere ver a Santo Tomás que recorra varios textos (9).


En cuanto al modo del transporte, resulta ser este: como se ha visto más arriba, las brujas, por instrucción del diablo, fabrican un ungüento con el cuerpo de los niños, sobre todo de aquellos a los que ellas dan muerte antes del bautismo; ungen con este ungüento una silla o un trozo de madera. Tan pronto como lo hacen se elevan por los aires, tanto de noche como de día, visible o invisiblemente, según su voluntad, porque el diablo puede ocultar un cuerpo interponiendo otro objeto, como se ha dicho más arriba en la primera parte tratando de los prestigios y las ilusiones del diablo. En verdad, por medio de este ungüento, realizado con el fin de privar a los niños de la gracia y la salvación, el demonio actúa la mayor parte de las veces; empero parece que muchas veces ha realizado transportes semejantes sin su ayuda. A veces transporta a las brujas sobre animales que no son animales verdaderos, sino demonios que han adoptado su forma; o incluso ellas se transportan sin ninguna ayuda exterior, simplemente por el poder del diablo que actúa invisiblemente. Una historia de este transporte, visible de día: en la ciudad de Waldshut, sobre el Rhin, en la diócesis de Constanza, había una bruja tan detestada por las gentes del país, que no había sido invitada a la celebración de una boda. Como resultó que todo el mundo asistía a ella, indignada, consideró que debía vengarse. Hizo llamada al diablo, le manifestó la causa de su tristeza, y le pidió que suscitase una tempestad con el fin de dispersar a los que danzaban. El diablo consintió en ello, la levantó de la tierra y a través de los aires la llevó sobre una colina cerca del pueblo, ante los ojos de algunos pastores. Allí, como dijo después, no tenía agua para verterla en un agujero -ya se verá que este es el método que ellas usan para levantar tempestades-; entonces vertió orines en lugar de agua en el agujero que había cavado con sus manos; después la removió con el dedo en presencia del diablo, según su costumbre; inmediatamente, el demonio, lanzando este líquido al aire desencadenó una tempestad violenta de pedrisco que cayó únicamente sobre los danzantes y sobre aquella región. Dispersáronse todos y discutiendo entre ellos la causa de tal tempestad, vieron poco después al retornar a la ciudad a la bruja. Esto agravó sus sospechas, pero cuando los pastores contaron lo que habían visto, las sospechas se hicieron más violentas. Se detuvo a la bruja y ella confesó que había hecho todo esto por no haber sido invitada. Por este y otros numerosos maleficios que había cometido fue quemada.


Puesto que el rumor público de estos transportes se extiende sin cesar, incluso entre el pueblo, resulta innecesario añadir aquí más pruebas. Las expuestas hasta aquí serán suficientes, así lo esperamos, contra aquellos que niegan absolutamente los transportes de este género o que intentan afirmar que son únicamente de tipo imaginario o fantasmático. Realmente dejarles en su error no significaría nada; incluso no merecería la pena hacerle caso, si el error no llevase al desprecio de la fe. Pero, no contentos con su error, no temen extenderlo y aun divulgarlo para aumento de las brujas y detrimento de la fe. Aseguran que todos los maleficios verdaderos y reales que se les imputa a justo título como instrumento de los demonios, se les debe atribuir como a inocentes, a la manera de las imaginaciones y las ilusiones; e incluso esta especie de transporte fantástico. Por esta razón muchas brujas permanecen impunes con gran desprecio del creador y para su presente proliferación. Empero los argumentos alegados en el principio no resultan un gran apoyo: se alega en primer lugar el canon Episcopi en el que se afirma que estos transportes son fantasmáticos e imaginarios. Pero, ¿quién será tan loco que quiera concluir a partir de ello que no puede haber igualmente transportes corporales? Porque al final del Canon se dice: aquel que cree que el hombre puede ser cambiado en mejor o peor, transformado en otra especie, este ha de ser juzgado peor que un infiel o un pagano. Pero ¿quién va a concluir a partir de ello que los hombres no pueden ser transformados en bestias por una ilusión mágica o que no pueden pasar de la salud a la enfermedad, como de mejor a peor? No, cualquiera que de esta forma se mantuviese en la superficie de las palabras del Canon, tiene un espíritu contrario al de todos los santos doctores, e incluso también a la enseñanza misma de la Sagrada Escritura. La opinión contraria se encuentra suficientemente probada por todo lo dicho en diferentes lugares de la primera parte de este tratado. Conviene, por tanto, estar atentos al núcleo de las palabras del Canon: ya se ha dicho en la primera cuestión de la primera parte, respondiendo al segundo de estos tres errores; incluso cuando se ha hablado de las cuatro cosas que deben anunciar los predicadores al pueblo... Las brujas efectivamente son transportadas a la vez corporal y fantasmáticamente, como aparece claro a partir de sus propias confesiones: no tanto de las de aquellas que han sido quemadas como las de aquellas que han vuelto a la fe y la penintencia. Entre estas había una mujer, en la ciudad de Brisach: interrogada por nosotros, para saber si las brujas podían ser transportadas corporalmente o bien de una forma imaginativa y fantasmática, respondió que esto podía hacerse de dos maneras. Si en un caso no querían ser transportadas corporalmente, pero, no obstante querían saber todo cuanto había ocurrido en la asamblea de sus compañeras, empleaban el siguiente método: en el nombre de todos los demonios se acostaban para dormir sobre el lado izquierdo. Entonces salía de su boca un vapor glauco, a través del cual podían ver claramente cuanto ocurría. Por el contrario si ellas deseaban un transporte corporal, era necesario observar el método susodicho.


Después, para entender el canon en toda su desnudez, sin comentario alguno, ¿quién será tan tonto que continúe afirmando que todos los maleficios y crímenes son fantasmáticos e imaginarios, mientras que todo lo contrario aparece a los ojos de todos? Sobre todo porque hay varias especies de superstición -existen catorce-; entre las cuales la raza de las brujas constituye el grado supremo en cuanto a maleficios y crímenes, mientras que la especie de las pitonisas, cuyos transportes resultan ser puramente fantasmáticos, a la cual se las querría unir, ocupa el último lugar.


Finalmente, los adversarios no pueden apoyarse ni sobre los hechos de la leyenda de San Germán ni sobre otro alguno. Resultaba posible a los demonios acostarse ellos al lado de los maridos que dormían durante el tiempo pasado en hacer verificaciones a sus mujeres, exactamente como si hubieran dormido con sus esposas. No se afirma, empero que esto se haya hecho por reverencia hacia el Santo; pero se pone el caso para que no se piense que es imposible lo contrario de lo que hallamos en la leyenda (10). Y en este mismo sentido se responde a las demás objeciones: si tenemos que algunas brujas han sido efectivamente trasnportadas sólo en cuanto a la imaginación, se encuentra asimismo en los escritos de los doctores, que algunas lo han sido corporalmente. Quien quiera mirar en el libro de Tomás de Brabante sobre Las Abejas encontrará allí cosas sorprendentes sobre estos transportes de hombres tanto imaginarios, como corporales (11).




1. Graciano, Decreto II, 26, 5, 12.


2. Suma del Universo II, 3, 25.


3. Espejo mayor IV, 25, 63.


4. Mateo VIII, 28-34; Casiano, Colaciones VII, VIII.


5. Mateo IV, 1-11.


6. Job XLI, 24 de la Vulgata.


7. Daniel XIV, 32-38.


8. Física VIII, 4.


9. Comentario sobre las Sentencias II, 7, 3; Suma Teológica I, 110, 1-4; Cuestiones sobre el mal XVI, 10.


10. La leyenda era muy conocida en la Edad Media. Cfr. Nide, Formicarius II, 4, y Jacques de Voragine, Leyenda dorada, el 31 de julio.


11. Suma del bien universal. De las abejas.




Malleus maleficarum. El Martillo de las Brujas, Enrique Institoris & Jacobo Sprengen, Colonia, 1486; traducción de Miguel Jiménez Monteserín para MAXTOR, Valencia, 2004.

PACO PEPE

la luisa dijo...

pues sí que hay que estar aburrido, la verdad.

francisco dijo...

Mira yo no soy el que ha escrito eso. Es un amargado (que no ha tendio cojones para salir de la casa de sus padres y ahora está haciendose pasar por mí) Mientras no aparezca mi nombre francisco en azul y te remita a mi blog, yo no soy. Yo estoy en Jumilla trabajando y no tengo tiempo para nada.

francisco dijo...

Mirá yo tuve un problema con el chico estes en octubre, ya además ya lo conoces. Desde entonces las cosas me han ido mejor (por fin me he ido rodeando de buena y estoy cada vez mejor animicamente) Desde entonces ahora es él quien me acosa a mí (incluso en el messenger se inventa nombres para que lo acepte. Ya ya verá, ya verá. Mi nombre y en azul. Y además yo sólo intervengo cuando escriba algo SS de teología (que me parece muy interesante)

francisco dijo...

y que remita a mi blog

Anónimo dijo...

que yo soy que alguien ha entrado en mi blog y esta piratendo mi direccion y mi correo y esta haciendo putadas a mi nombre tened cuidado por favor.

Paco Pepe

Anónimo dijo...

que pesadito eres de verdad

Anónimo dijo...

Yo no dormiría bien después de lo que me has hecho anarkos...No dormiría bien porque algún día te la pienso devolver. Algún día (tenlo presento) Y no creas que va a ser agrediendote fisicamente ni pamplinas parecidas, ni tonterías ilicitas. Pero algún día cuando menos te lo esperes te pienso devolver todas estas humillaciones, envidias y demás...Te lo juro por la tumba de mi abuela que es lo más sagrado que hay en mi vida, te las pienso devolver (tomatelo como quieras...Piensa que soy tonto y que tu eres super, dime que me esperas y todo lo que quieras...Pero vas a ver de lo que soy capaz de hacer ahora yo.

pepe dijo...

A árbol muerto... Es manifiesto que la religión ha muerto, al menos la católica y en España.Ahora el catecismo es otro, es laico y está desprovisto de espiritualidad.Habla de ecologismo(no Ecología, que es una ciencia muy respetable), de ONGS y similares(no de limosna y negocio, que sería más correcto), de alimentación sana(?)(no de uno de los mayores negocios existentes, con el tráfico de drogas y la prostitución, eso de lo "light", que alimenta una parte importante de la publicidad), de educación universal(no de analfabetismo funcional para todos), de cultura moderna (no de suplantación de la ciencia por la divulgación periodística idiota y charlatana), de valorización del cuerpo( no de hedonismo ramplón sumamente productivo para las multinacionales químicas, aun a costa del equilibrio mental de millones de adolescentaes y jóvenes), de feminismo (entendido como dogma y espéctáculo, no como evidente derecho a todos de igualdad), de....¿para qué seguir?.
Este nuevo catecismo celebra sus ritos 24 horas al día y es de asistencia obligatoria a no ser que uno no enchufe la televisión o no lea la prensa.
Siendo ateo, considero que la laicidad sería un buen nombre para la nueva religión, especializada en usar indignamente palabras muy dignas en orígen. Los nuevos sacerdotes se llaman periodistas y comunicadores en general, aunque difícilmente pasarín un exámen de ortigrafía y sintaxis de primaria.
Se rechazan los dgmas religiosos aunque una religión, incluida la actual descrita, sin dogmas es inconcebible.Claro que la viga en el propio...
Por cierto, estoy cansado de que se atribuya a la palabra democracia cualquier contenido que uno identifique con su propio ideario :democracia notoriamente no tiene nada que ver ni con justicia, ni con igualdad, ni con laicismo ni con religión, si con representación política cuatrienal elegida libremente en un cuadro de libertades formales, con políticos profesionales y con libertad de mercado para el vendedor: o sea, con el hecho de que mantengan el poder los de siempre, pero con el beneplácito de los bobernados.Este beneplácito se obtiene, hoy como siempre, con el control de la spraestructura alienante, llámese religión, ideología política (ya extinta)o laicismo, que no es sino una redundancia del primer elemento.
Por cierto, ¿no sería mejor hacer una crítica de la realidad actual y operante que de la iglesia, cosa del pasado, sumida en plena agonía? Claro que ello resultaría más peligoso y difícil, pues el riesgo está en atacar al poder vivo y no al muerto.En resumidas cuentas el hoy se me antoja acrítico, dócil, condescendiente, cobarde, autocomplaciente y bastante perezoso intelectualmente hablando.
Para terminar: ¿Oigan, les suena la palabra explotación, sí , esa del hombre por el hombre? Por lo visto ya no existe aunque todas las cifras vendrían a indicar que va en aumento de año en año.Creo que dirigir la mirada por este derrotero sería más ¿riguroso? que criticar doctrinas pasadas y hacer leña del árbol caído.
Perdonen el tono, pero estoy acostumbrado a que en español lo que uno piensa (y digo piensa, no cree)se diga en indicativo, pues en los andurriales de la opinión el subjuntivo quda para el que sólo habla por hablar. Es aquelo de "Usted siempre quiere tener razón", a lo que hay que responder "Si no creyera que tengo razón, me callaría".

la luisa dijo...

que dico ío camín qué demonios men zimporta tosto. endeluego cargunos tan aburríos ein?